lunes, 10 de agosto de 2015

Hace un par de semanas atrás presencie dos situaciones que me descolocaron, camino hacia unas compras en un mall, sentimos que alguien gritaba y trataba de defenderse,  un sujeto deseaba obtener sus pertenencias a la fuerza, mientras la gente que pasaba solo miraba; al llegar los guardias,  intentaron ayudar a “la víctima”  no obstante ellos recibieron golpes, patadas, y cuanta cosa se le ocurrió hacer Al delincuente,  quedamos mirando fijamente la situación ya que se desbordo, el delincuente no paraba, los guardias no podían controlar y comenzaron también a defenderse de sus golpes devolviendo con fuerza e impotencia los mismos golpes que ellos recibían;  pero eso no culminó ahí, y lo que continuo no lo quería creer, la gente que hace un instante solo miraba como robaban,  que no ayudaron a “la víctima” ayudaron al delincuente a defenderse de los guardias!!, si , así como lees, gente ayudando y golpeando a los guardias en vez de ayudar a la víctima y proteger a la seguridad que en esos momentos se encontraba, no lo puede creer y me fui con un sentimiento de tristeza al ver como todo esta pies arriba.

Luego de este episodio,  solo unas semanas después llegando casi a uno de nuestros últimos controles de embarazo,  esperábamos luz verde en el semáforo,  gracias a Dios, nuestro lugar en la fila para avanzar era el segundo, cuando de pronto la luz verde se encendió y los primeros vehículos avanzaron, un grito de Alan diciendo No!!, justamente cuando otro vehículo impactaba los dos vehículos delante nuestro, la persona que venía a alta velocidad, no solo  rompió la velocidad delimitada,  si no que también había atravesado con luz roja, produciendo un accidente innecesario a quienes respetaron sus tiempos y leyes de conducir.

Hablo de leyes por que estas según el diccionario son: preceptos establecidos por la autoridad competente en que se manda algo en consonancia con la justicia, también es una norma dictada por una autorizad a lo cual se debe obediencia, claramente las leyes se crearon con la finalidad de regir ciertos parámetros y marcar pautas de convivencia, podemos o no cumplirlas pero estas actúan para el bien de quienes se rigen por ella.

Las leyes de Dios son para nuestro bien al igual que las que están impuestas en la sociedad, ellas ayudan a que nuestra vida se mantenga en los paradigmas que Dios ha puesto y que son de beneficio y bendición, resguardándonos de ciertas situaciones que serian innecesarias en nuestra vida.


Estos días leyendo sobre el cuidado y crianza de los hijos el autor mencionaba Proverbios 1:20 que dice: “La Sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas” este explicaba cuán difícil es el mundo hoy en día y que en situaciones como las que relate hace un momento, La Sabiduría clama, debe ser un deseo el mostrar este tipo de hechos y aclarar por qué suceden,  como se previenen y preparar a nuestros hijos con una mentalidad Cristo céntrica, que ellos puedan percibir que si esas personas fueran sabias no romperían los límites de velocidad ni las leyes del tránsito, que las consecuencias de estas pueden llegar a ser muy dolorosas tanto para el afectado como para su entorno. Salomón, sabio, escribió este proverbio con el fin de ayudarnos a visualizar con otra perspectiva, aun cuando en las calles ni en las plazas haya sabiduría, debemos mostrarla a quienes nos acompañan, para indicar que las leyes de Dios nos son útiles y que mientras seamos sabios, temamos a Dios, su bendición estará en nosotros. 

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